Investigaciónhttps://doi.org/10.21041/ra.v12i3.586

Evaluación de las manifestaciones patológicas del edificio Río Negro en Anápolis-Goiás

Evaluation of the pathological manifestations of the Rio Negro Building in Anápolis-Goiás

Avaliação das manifestações patológicas do Edifício Rio Negro em Anápolis-Goiás

Guilherme Henrique Teixeira1 * , Silva, Juliano Rodrigues1 , Eder Alves2

1 Universidade Estadual de Goiás, Departamento de Engenharia Civil, Anápolis, Goiás, Brasil.

2 Ministério Público do Estado de Goiás, Superintendência de Engenharia, Brasil.

*Contact author: guilherme.henrique.eng@hotmail.com

Recepción: 14 de febrero de 2022.
Aceptación: 08 de julio de 2022.
Publicación: 01 de septiembre de 2022.


Citar como: Teixeira, G. H., Silva, J. R. Alves, E.C. (2022), “Evaluación delasmanifestaciones patológicas del edificio Rio Negro en Anápolis-Goiás”, Revista ALCONPAT, 12 (3), pp 433 – 448, DOI: https://doi.org/10.21041/ra.v12i3.586

Resumen
Este trabajo muestra la aplicación de las metodologías GDE (Grado de Deterioro de la Estructura) y GUT (Gravedad, Urgencia y Tendencia) cuantificando las manifestaciones patológicas y determinando los puntos de mayor necesidad de mantenimiento. Así, se aplicó una perspectiva cuantitativa con la aplicación de las metodologías citadas y tras las inspecciones del edificio y un análisis visual con registro fotográfico, anotaciones y mapeos se aplicaron las metodologías y se obtuvo que la mayoría de las manifestaciones patológicas que se producen en la estructura del edificio tiene como origen la humedad, dando lugar a eflorescencias, manchas o infiltraciones. De este modo, este trabajo definió los puntos que necesitan prioridad, orientando las medidas que pueden tomarse posteriormente. Las metodologías demostraron ser eficaces e importantes para la toma de decisiones.
Palabras clave: patología, GUT, GDE, edificios


1. IntroducciÓn

La ciudad de Anápolis, situada en la Meseta Central brasileña, en el estado de Goiás - Brasil, es una ciudad centenaria, que se emancipó el 31 de julio de 1907. Debido a esto, hay edificios antiguos, y cada vez más estos edificios están cerca de alcanzar la vida útil de diseño, en vista de este hecho, es importante destacar la necesidad de las investigaciones sobre las manifestaciones patológicas y la realización de inspecciones y mantenimiento periódico, porque de esta manera se hace posible extender la vida útil del edificio y conservar los edificios que son parte de la historia de la ciudad.

La ausencia de mantenimiento preventivo provoca altos costes en los edificios a lo largo del tiempo, según la ley de Sitter (1984) citada por Tutikian y Pacheco (2013) y también descrita por Souza y Ripper (2009), como la "ley de los cinco", en la que las intervenciones correctivas tienen un coste de 125 veces el valor de las medidas aún en fase de diseño, mientras que el mantenimiento preventivo tiene un coste de 25 veces este mismo valor.

De esta manera, al ser un edificio con más de 50 años, además de su importancia funcional para los residentes, es un elemento que compone la historia de la ciudad de Anápolis por ser uno de los primeros edificios residenciales de la ciudad.

Según Souza y Ripper (2009), la patología de las estructuras es una rama de la ingeniería que se centra en la investigación de los orígenes, las formas, las consecuencias y los mecanismos de las manifestaciones de los fallos en la estructura. Asimismo, Bolina, Tutikian y Helene (2019) definen que la patología de los edificios es una ciencia que, a través de un proceso sistemático, busca investigar los defectos relacionados con el edificio en su conjunto, desde los materiales hasta los elementos que lo componen, para conocer sus orígenes y las formas en que se manifiestan. Los autores también diferencian el concepto de patología de los edificios y las manifestaciones patológicas, que son anomalías y defectos presentes en el edificio que se caracterizan por ser aspectos visibles indicativos de posibles problemas.

Además, para la NBR 16747 (ABNT, 2020), las manifestaciones patológicas se definen como el resultado de un proceso de degradación que proporciona la reducción del rendimiento de la estructura, que se manifiestan a través de síntomas.

Durante la ejecución, otras circunstancias pueden propiciar la aparición de manifestaciones patológicas, ya sea en las condiciones de trabajo o relacionadas con la mano de obra, la falta de control de calidad y la irresponsabilidad técnica, que es un factor determinante, ya que una supervisión eficaz combinada con equipos formados reduce la posibilidad de errores. Finalmente, por más que se hayan ejecutado correctamente todas las etapas anteriores, es posible la aparición de manifestaciones patológicas relacionadas con el uso inadecuado o la falta de mantenimiento (Souza; Ripper, 2009). Autores como Junior, Lima y Balestra (2013), destacan la importancia del mantenimiento periódico para alargar la vida de la construcción, proporcionando una mejor calidad y rendimiento del edificio.

Además, el hormigón está sometido a las acciones del entorno a lo largo de la vida del edificio, por lo que de forma natural se producen reacciones que desencadenan la aparición de anomalías en la estructura. Por ello, hay que prestar atención a la conservación del edificio para que pueda desempeñar correctamente su función a lo largo del tiempo para el que fue diseñado. Teniendo en cuenta esto, es fundamental estudiar la patología para reconocer los problemas y sus respectivas causas (Lopes, 2019).

Con el objetivo de ayudar en este estudio, dando mayor objetividad al análisis y sirviendo de apoyo para la toma de decisiones, se pueden aplicar algunas técnicas como la metodología GDE (Grado de Deterioro de la Estructura) y GUT (Gravedad, Urgencia y Tendencia), proporcionando una cuantificación de las manifestaciones patológicas obtenidas por las formulaciones matemáticas propuestas por las herramientas, lo que permite identificar el estado de una determinada estructura y garantizar una visión más objetiva para el análisis (Braga et al, 2019; Lima et al., 2019; Moura; Cavalheiros, 2019; Santana et al. (2019); Medeiros et al., 2020).


2. MetodologÍa

La metodología aplicada en este trabajo fue la evaluación de las manifestaciones patológicas a través de las metodologías GDE (2007) y GUT (2014). La colecta de datos se realizó mediante inspección visual del edificio, in situ, realizando registros fotográficos de las manifestaciones patológicas identificadas y mapeando las anomalías en planta de cada piso inspeccionado. La inspección se basó en las descripciones de la Norma Nacional de Inspección de Edificios del Instituto Brasileño de Evaluaciones Periciales de Ingeniería - IBAPE (2012), la NBR 5674 (ABNT, 1999), la NBR 16747 (ABNT, 2020) y el Boletín Técnico nº 1 de la Asociación Brasileña de Patología de las Construcciones - ALCOPAT (2013). Además, se recogió toda la información y los documentos relativos al edificio.

A través de la metodología GUT (2014) se cuantificaron las manifestaciones patológicas para, posteriormente, realizar una comparación e indicar el grado de prioridad para la toma de decisiones. A través de la metodología GDE/UnB (2007), también con el objetivo de cuantificar las manifestaciones patológicas, se calcularon los parámetros del grado de deterioro de elementos, familias y estructura, sirviendo de base para el análisis y permitiendo la realización de la clasificación del nivel de deterioro de los elementos y de la estructura. Posteriormente, basándose en la literatura y con los datos obtenidos, se realizó una comparación y análisis de los valores obtenidos.

Las herramientas utilizadas para la investigación fueron hojas de cálculo electrónicas para la organización de los datos, un teléfono móvil para los registros fotográficos, escalímetro, fisurómetro y cinta métrica.

2.1 Metodología GDE

Utilizando la metodología GDE, los elementos inspeccionados se dividieron en grupos de columnas (P); vigas (V); losas (L); escaleras (E); tanque superior (R); tanque inferior (R) y juntas de dilatación (J).

Una vez realizada esta división, se asignaron los factores de intensidad (Fi) y de ponderación (Fp) para cada manifestación presente en el elemento, según las tablas del trabajo de Fonseca (2007). Así, fue posible calcular el grado de daño según las ecuaciones (1) y (2).

donde:

D - Grado de daño

Fi - Factor de intensidad

Fp - Factor de ponderación

Con el grado de daño (D) de cada manifestación, se calcula el grado de deterioro del elemento (Gde) según la ecuación (3).

donde:

Gde - Grado de deterioro del elemento;

Di - Grado de daño "i";

Dmáx - Mayor grado de daño al elemento;

n - Números de daños en el elemento.

Con el valor del grado de deterioro del elemento se relaciona un nivel de deterioro y así se obtienen recomendaciones de acciones a realizar. Esta relación puede verse en el tabla 1.

Tabla 1. Clasificación del nivel de deterioro de los elementos
Nivel de deterioro Gde Acciones recomendadas
Bajo 0-15 Condición aceptable
Mantenimiento preventivo
Medio 15-50 Definir el plazo y la naturaleza de la nueva inspección
Planificar la intervención a largo plazo (máximo 2 años).
Alta 50-80 Fijar un plazo para la inspección especializada
Planificar la intervención a medio plazo (máximo 1 año)
Sofrido 80-100 Establezca un plazo para una inspección especializada exhaustiva
Planificar la intervención a corto plazo (máximo 6 meses)
Crítico >100 Intervención inmediata de especialistas y medidas de emergencia (alivio de la carga, apuntalamiento, etc.).
Planificar la intervención inmediata
Fuente: (Verly, 2015)

Para determinar el grado de deterioro de los elementos divididos en grupos similares, se calcula el grado de deterioro de la familia (Gdf), que es función del grado de deterioro del elemento (Gde) mediante la ecuación (4).

donde:

Gde,máx - Mayor grado de deterioro del elemento

Gde, i - Grado de deterioro del elemento "i" (≥ 15)

m - Número de elementos con Gde  ≥ 15

Por último, tras obtener el grado de deterioro de cada familia (Gdf), se calcula el grado de deterioro de la estructura (Gd). La ecuación utilizada para este cálculo se expresa a continuación, ecuación (5).

donde:

k - Número de familias en la estructura;

Fr,i - Factor de relevancia estructural de la familia "i";

Gdf, i - Grado de deterioro de la familia "i".

Así, para el grado de deterioro de la estructura, de forma similar al grado de deterioro del elemento (Gde), se puede asociar a un nivel de deterioro y en consecuencia obtener medidas que se pueden tomar respecto a esta situación. Para este análisis es aplicada la Tabla 1, página 05.

2.2 Metodologia GUT

La metodología GUT se originó en la década de 1980 a través del trabajo de Kepner y Tregoe con el fin de crear una herramienta de planificación estratégica para ayudar en la toma de decisiones (Fáveri; Silva, 2016). En construcción civil, el trabajo de Verzola, Marchiori y Aragón (2014) propuso modificaciones en la metodología para permitir la aplicación en inspecciones de edificios y reducir la posibilidad de errores por subjetividad. La metodología utiliza las variables Gravedad (G), Urgencia (U) y Tendencia (T), en las que se asignan pesos que van de 1 a 10, asignando un valor de 1 a lo menos grave y 10 a lo más grave. Así, a través del producto de las variables (GxUxT), se realiza una clasificación según lo crítica que sea cada situación (Verzola; Marchiori; Aragón, 2014).

Algunos investigadores como Santana et al. (2019), Moura y Cavalheiros (2019) y Braga et al. (2019), aplicaron en sus investigaciones la metodología GUT para realizar las inspecciones e identificar los puntos más críticos del edificio, mostrándose prácticos y permitiendo definir la prioridad para la toma de decisiones. Según Verzola, Marchiori y Aragón (2014), en las tablas 2, 3 y 4 se determinan las calificaciones a asignar para cada grado según la variable.

Tabla 2. Clasificación de la gravedad (G).
GRAVEDAD
Grado Definición del grado Nota
TOTAL Riesgo de muerte, riesgo de colapso/colapso puntual o generalizado. Pérdidas económicas muy elevadas 10
ALTA Riesgo de lesiones para los usuarios, daños reversibles en el entorno o en el edificio. Pérdidas económicas elevadas. 8
MEDIA Riesgo para la salud de los usuarios, incomodidad en el uso de los sistemas. Pérdida económica media 6
BAJO Ningún riesgo para la integridad física de los usuarios, ningún riesgo para el medio ambiente, pequeñas molestias estéticas o de uso. Pequeñas pérdidas económicas. 3
NINGUNO Ningún riesgo para la salud, la integridad física de los usuarios, el medio ambiente o el edificio. 1
Fuente: (Verzola; Marchiori; Aragon, 2014)
Tabla 3. Clasificación de la tendencia (T).
TENDENCIA
Grado Definición del grado Nota
TOTAL Progresión inmediata. Empeorará rápidamente, podría empeorar 10
HIGH Progresión a corto plazo. Empeorará en un corto período de tiempo 8
AVERAGE Progresión a medio plazo. Empeorará a medio plazo. 6
LOW Probable progresión a largo plazo. Tardará en empeorar. 3
NONE No hay progresión. No va a empeorar, está estabilizado. 1
Fuente: (Verzola; Marchiori; Aragon, 2014)

Tabla 4. Clasificación de la urgencia (U).
URGENCIA
Grado Definición del grado Nota
TOTAL Incidente en la ocurrencia, intervención inmediata sujeta a la interdicción de la propiedad. Plazo de intervención: Ninguno 10
ALTA Incidente a punto de producirse, intervención urgente. Plazo de intervención: Urgente 8
MEDIA Se espera que el incidente ocurra pronto, intervención a corto plazo.Plazo de intervención: lo antes posible 6
BAJO Indicación de futuro incidente, intervención programada. Plazo de intervención: puede esperar un tiempo 3
NINGUNO Incidente imprevisto, indicación de seguimiento y mantenimiento programado. Plazo de intervención: No hay prisa 1
Fuente: (Verzola; Marchiori; Aragon, 2014)

La puntuación corresponde al valor atribuido a cada manifestación patológica según el grado asociado, es decir, en grado total se atribuye una puntuación de 10, en grado alto de 8, en grado medio de 6, en grado bajo de 3 y en grado nulo de 1. Así, la puntuación de cada variable de la manifestación y el producto de estos valores se utiliza para enumerar los problemas que tienen mayor prioridad. Los de mayor valor merecen especial atención por ser los más graves, urgentes y con tendencia a agravarse (Periard, 2011).


3. Resultados y discusiones

3.1 Manifestaciones patológicas

En cada piso inspeccionado se realizó un mapeo para facilitar la identificación de los elementos. Además, los elementos evaluados se dividieron en familias, tal y como propone la metodología GDE (2007). A continuación, se presentaron las manifestaciones patológicas identificadas según esta división.

En la familia de columnas, sólo se identificó un elemento, el P01, y se pudo constatar una gran exposición de la armadura en el proceso de corrosión, identificándose manchas a lo largo de la armadura y desconchados del hormigón debido a la expansión de la armadura, como se puede observar en la Figura 1.

Figura 1. Desprendimiento de hormigón y corrosión de la armadura en el elemento P01

En la familia de losas, se identificaron los elementos L01 a L08, como se muestra en la Figura 2, y en ellos la presencia constante de humedad generando manchas oscuras en el elemento L01, desprendimiento de pintura en el elemento L02, formación de estalactitas de carbonato de calcio por eflorescencia en el elemento L04, pequeñas manchas y grietas en los elementos L05 y L08 y desgaste de la impermeabilización en el elemento L03. También hay grietas en los elementos L06 y L07 debido a las cargas adicionales aplicadas por una antena de telefonía en el tejado.

Figura 2. Manifestaciones patológicas identificadas en los forjados. (1) Manchas oscuras en el elemento L01. (2) Desprendimiento de la pendura en el elemento L02. (3) Desgaste de la impermeabilización en el elemento L03. (4) Eflorescencia con formación de estalactitas en el elemento L04. (5) Pequeñas manchas de humedad en el elemento L05. (6) y (7) Fisuras por carga adicional en la cubierta en los elementos L06 y L07. (8) Manchas oscuras de humedad en el elemento L08.

La familia del tanque superior y la familia del tanque inferior presentaban posibles fallos en su impermeabilización, identificados por la aparición característica de ligeras manchas de eflorescencia en los elementos R01 y R02.

Figura 3. manchas de eflorescencia en los depósitos. (1) R01. (2) R02.

Cabe destacar que la familia de vigas no presentó ningún elemento que mostrara el desarrollo de manifestaciones patológicas.

Los elementos de la familia de escaleras y juntas de dilatación fueron E01 para las escaleras y J01 y J02 para las juntas de dilatación, como se puede observar en la Figura 4. En ella se observa que el elemento E01 presentaba únicamente un desgaste en sus peldaños debido a la intemperie con el paso de los años y en los elementos J01 y J02, la presencia constante de humedad dio lugar a las manchas oscuras identificadas.

Figura 4:. Manchas de eflorescencia en los depósitos. (1) Desgaste de los peldaños de la escalera en el elemento E01. (2) y (3) Manchas debidas a la humedad en los elementos J01 y J02.

3.2 Aplicación de las metodologías y análisis de los resultados

En primer lugar, se observó que la familia con mayor número de elementos que presentan manifestaciones patológicas es la familia de losa, con el 57,14% de las anomalías identificadas, como se puede observar en la Figura 5.

Figura 5. Gráfico de la frecuencia de las manifestaciones patológicas por familia de elementos.

A través del mapeo de las manifestaciones patológicas que afectan al edificio, se observó que en los 14 elementos estructurales inspeccionados, el 35,29% de las manifestaciones patológicas se originan debido a la infiltración de humedad, como se puede observar en la, Figura 6. Además, otras manifestaciones patológicas como las eflorescencias (17,65%) y las manchas oscuras (11,76%) también tienen una causa similar.

Figura 6. Gráfico de la frecuencia de las manifestaciones patológicas en los elementos.

En relación con la metodología GDE/UnB (2007), es posible plantear algunos análisis basados en el modelo gráfico utilizado por Medeiros et al. (2020). En la familia de losas, los elementos L06 y L07 son los que más influyen en el cálculo del grado de deterioro de la familia, como se puede ver en la Figura 7. Además, cabe destacar que el elemento L05 no se tiene en cuenta para el cálculo del Gdf por presentar Gde inferior a 15.

Figura 7. Grado de deterioro de la losa.

Las familias de vigas tienen grado de deterioro cero, porque no se identificó ninguna manifestación patológica en los elementos que la componen, en la familia de escaleras, el único elemento identificado presenta Gd menor a 15. Así, para ambas se calculó Gdf igual a cero. En cuanto a las familias de columnas y tanques superiores e inferiores, se observa que están compuestas por un solo elemento, por lo que el valor del grado de deterioro de la familia se corresponde con el valor del grado de deterioro del propio elemento, esto se puede ver, respectivamente, en las figuras 8, 9 y 10.

Figura 8. Nivel de deterioro de las columnas.
Figura 9. Grado de deterioro del tanque superior.
Figura 10. Grado de deterioro del tanque inferior.

Además, en las juntas de dilatación se encontró la presencia de dos elementos que presentan el mismo grado de deterioro, pero el grado de deterioro de la familia es mayor que el valor obtenido para los elementos individuales. Así, por las formulaciones matemáticas se puede observar que la influencia de la repetición de elementos que tienen el mismo grado de deterioro no representa un incremento tan significativo, ya que tiene como referencia el valor máximo, siendo este valor multiplicado por el resultado de la raíz que implica la suma y el valor máximo. La figura 11 muestra el valor de Gdf y los valores de Gde para cada elemento.

Figura 11. Grado de deterioro de la junta de dilatación.

Así, al evaluar el grado de deterioro de las familias y el grado de deterioro de la estructura, se observa que las losas son las que representan la mayor influencia para que la estructura se encuentre en un nivel de deterioro medio, de 15 a 50, y por lo tanto requiere una intervención en un plazo máximo de 2 (dos) años. La figura 12 muestra los valores de Gdf de cada familia en comparación con el valor global de la estructura, Gd.

Figura 12. Grado de deterioro de la estructura.

La aplicación de las metodologías permite definir qué elemento o manifestación patológica requiere prioridad dentro del escenario global, lo que puede ser decisivo para un trabajo asertivo y eficiente. Por la metodología GDE (2007) se define que los elementos L07 y L06 necesitan una atención especial, considerando que presentan un nivel de deterioro sufrible y alto, respectivamente, lo que implica una necesidad de intervención en un plazo máximo de 6 (seis) meses para el elemento L07 y de 1 año para el elemento L06. Por otro lado, los elementos E02 y L05 tienen un bajo nivel de deterioro, por lo que sólo requieren un mantenimiento preventivo. Los demás elementos se clasifican en un nivel medio de deterioro, que requiere intervenciones en un plazo máximo de 2 (dos) años. Además, la estructura presenta Gd igual a 35,99, clasificándola en un nivel medio de deterioro, que requiere un período máximo de intervención de 2 (dos) años. La lista de prioridades de mantenimiento se presenta en el Tabla 5(1).

Tabla 5. Tabla de prioridades de mantenimiento según la metodología GDE y GUT
(1) GDE (2) GUT
Elemento Gde Nível de deterioro Periodo máximo de intervención Elemento Manifestación patológica Nota Grado
L07 81,57 Sofrido 6 meses P01 Corrosión 384 Medio
L06 80,00 Alta 1 año L06 Fisuras 384 Medio
R01 45,52 Medio 2 años L07 Fisuras 384 Medio
L04 40,00 Medio 2 años P01 Desmantelamiento del concreto 288 Bajo
J01 40,00 Medio 2 años L04 Eflorescencia 288 Bajo
J02 40,00 Medio 2 años R01 Eflorescencia 216 Bajo
P01 30,00 Medio 2 años L02 Humedad 108 Bajo
L01 24,00 Medio 2 años L07 Humedad 108 Bajo
L02 24,00 Medio 2 años L08 Manchas 108 Bajo
L08 24,00 Medio 2 años R02 Eflorescencia 108 Bajo
L03 16,00 Medio 2 años L01 Manchas oscuras 54 Ninguno
R02 16,00 Medio 2 años L03 Humedad 54 Ninguno
E01 4,80 Bajo Mantenimiento preventivo J01 Humedad 54 Ninguno
L05 3,20 Bajo Mantenimiento preventivo J02 Humedad 54 Ninguno
L05 Humedad 27 Ninguno
R01 Mala Impermeabilización 27 Ninguno
E01 Desmantelamiento 27 Ninguno

Mediante la metodología GUT (2014), es posible evaluar únicamente las manifestaciones patológicas por separado. Así, a partir de la escala de valores definida por la metodología en las tablas 2, 3 y 4, donde se define como grado total del 81% al 100%, se consideró que la atribución de puntuaciones de 10 para los tres parámetros, es decir, una puntuación de 1000 representa el 100% y, en consecuencia, el porcentaje de los demás valores puede obtenerse fácilmente y puede atribuirse una clasificación a las manifestaciones patológicas. Una vez definido esto, en la Tabla 5 (2) se enumeraron las manifestaciones patológicas por orden de prioridad, es decir, de mayor a menor puntuación. Se observa que por la metodología GUT (2014) hay una cierta repetición de valores, lo que dificulta la determinación de la prioridad. Además, la mayoría de las manifestaciones patológicas se encuentran en un nivel bajo o nulo en términos de gravedad, urgencia y tendencia, lo que difiere de la metodología GDE (2007). Sin embargo, para ambas metodologías es posible definir que los elementos L07 y L06 requieren prioridad de mantenimiento.


4. Conclusiones

Del análisis de los resultados, se observó que la mayoría de las manifestaciones patológicas que se producen en la estructura del edificio están asociadas a la humedad en cierto grado, ya sea originando eflorescencias, manchas o infiltraciones. De esta forma, se muestra como un factor recurrente que debe ser resuelto porque puede comprometer las condiciones de seguridad y salud de los propietarios.

Debido a la antigüedad del edificio, los proyectos no se encuentran en la administración del condominio, por lo que no fue posible tener acceso al proyecto estructural, lo que dificultó la identificación de algunos de los elementos estructurales, como fue el caso de las vigas y columnas. Debido a este hecho, los análisis se limitaron sólo a lo que se inspeccionó. El edificio fue sometido a un mantenimiento ocasional a medida que surgían problemas con el paso del tiempo, lo que mitiga, en cierta medida, el efecto del tiempo en el edificio, y la parte superior de la construcción es la que presenta mayor degradación debido a su exposición a la intemperie.

En relación con la aplicación de las metodologías, se observó que el uso de las dos metodologías es complementario. Sin embargo, como también realizaron Santana et al. (2019), se encontró que el uso sólo de la metodología GUT (2014) sería inviable debido a los resultados repetidos, lo que dificulta el análisis en cuanto al aspecto de determinar la prioridad de mantenimiento. Además, la subjetividad sigue presente en la metodología GUT (2014), en cierta proporción, cuando se compara con la metodología GDE (2007), ya que la asignación de notas tiene en cuenta la percepción del evaluador respecto a conceptos como la incomodidad, la molestia y otros.

Mediante la metodología GDE (2007) fue posible determinar el grado de deterioro de cada elemento y definir la prioridad de mantenimiento y su respectivo plazo de intervención. Además, se determinó que el grado de deterioro de la estructura es igual a 35,99, lo que corresponde a un nivel medio de deterioro y requiere una intervención en un plazo máximo de 2 (dos) años. Comparando los valores del grado de deterioro de la familia con el valor global se observa que la familia de losas es crucial para definir el valor obtenido para la estructura en su conjunto, donde se puede identificar que la familia de losas necesita prioridad.

Mediante la metodología GUT (2014) fue posible definir la Gravedad, la Urgencia y la Tendencia de cada manifestación patológica presente en los elementos y no de cada elemento en sí, siendo posible sólo definir una prioridad de mantenimiento, sin definir un plazo para que se realice.

Así, la aplicación de las metodologías, a pesar de las dificultades señaladas, es eficiente e importante para la toma de decisiones, porque permite tener una visión general de los puntos que necesitan más atención y facilita el posterior proceso de mantenimiento y recuperación de estos edificios.

Por lo tanto, en resumen, las prioridades de mantenimiento del edificio son las losas L07 y L06, que necesitan una investigación exhaustiva, para identificar si hay la necesidad de refuerzo para resistir la carga adicional y también la recuperación de sus grietas con el fin de evitar el empeoramiento de la situación.

5. Agradecimientos

Gracias a la Universidade Estadual de Goiás por el apoyo para el desarrollo de la investigación y al propietario Ilda Helena Nunes por el permiso para realizar el estudio en la estructura del edificio.


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